Dolores Coronada
y Soledad
Firmemos y que impere la Paz.
Día

Se dieron las circunstancias en las que las dos cofradías no se ponían de acuerdo para elegir al director de ceremonia en unas circunstancias especiales, seguramente como consecuencia de la lluvia, nuestra eterna fustigadora. Como casi todo en esta vida, tuvo solución mediante el acuerdo que se trascribe a continuación:

Sorteo Despedía

no hubo despedia 1953 1

Como muestra de las peleillas que envolvían el ambiente de aquella época relatamos una graciosa anécdota ocurrida por aquel entonces:

Se comenta que durante unos años, cuando se despedían El Señor y La Virgen en la puerta de la cárcel (esquina de la calle Ancha), los portadores delanteros del trono de la Virgen se arrodillaban. Los portadores del Señor no lo podían hacer, cosa lógica, por estar la calle en cuesta y con el suelo de cascajos. Esta situación les producía un berrinche mayúsculo. Llegó una Despedía más y, una vez que se produjo la misma situación de otros años. Alguien salió con no se qué sentencia de que si la Virgen se arrodillaba tendría que pagar 100 pesetas de multa. La situación se puso muy tensa y no se sabía hasta donde podía llegar hasta que se escuchó una voz cercana al trono que dijo:

“100 PESETAS UNA VEZ….. PUES ENTONCES 300 Y LO HACEMOS TRES VECES”

Como esta situación se podían producir muchas, pero quedaban en eso solamente. El comentar esta anécdota es por animar este artículo en el que como es norma, no se busca en ningún momento la confrontación entre cofradías. Además estas historias, sobre todo en estas fechas, dan mucho que hablar en las tertulias entre cofrades y puede servir para el anecdotario cofrade de nuestro pueblo.

 Escrito por D. José Díaz Borrego.

 

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