Las Sagradas Titulares de la Corporación son María Santísima de los Dolores y Soledad.
Se desconoce en la actualidad al autor de la primitiva talla de la Virgen de los Dolores, la que fuera destruida por las milicias populares en 1936. De esta talla solo se pudo salvar una mano. La actual imagen, pudo salvarse al haberse ocultado en La Venta. Una talla anónima del siglo XVI de la Virgen de los Dolores a la que se le daba culto en la Ermita de la Vera Cruz, en la cabecera del Evangelio, en una hornacina que posteriormente ocupó la Virgen de Fátima. Esta imagen Dolorosa, que algunos afirman que también fue llamada de la Paz, se conservó, aunque muy deteriorada, ya que la familia Pérez Berlanga, para salvarla, la enterró en su finca de La Venta y una vez restablecido el orden, la entregó Doña Teresa Berlanga Pérez a la Hermandad de Dolores y fue expuesta a la veneración de los fieles en una peana que preparó para este fin Frasquito Bueno.
Más tarde, fue esta imagen trasladada a Granada para su restauración, realizándola nuestro paisano Don José Navas Parejo. Ya en Álora, fue bendecida por el Arcipreste Don Antonio Morillas Rivero en marzo de 1961.
La estación de penitencia o procesión anual de las Sagradas Titulares de la Corporación es una solemne rogativa en la que los cofrades recorren el itinerario procesional establecido, según las normas litúrgicas y las costumbres de nuestro pueblo, para estimar la devoción de los fieles, conmemorar los beneficios de Dios, darle gracias por ellos e implorar el auxilio divino.
Conforme a la tradición, tendrá lugar el Jueves Santo en su advocación de los Dolores, tras la cena del Señor y según tradicionalmente, en la Sagrada Reserva del Santísimo Sacramento, custodiando la llave del Sagrario que lucirá la imagen. En la mañana del Viernes Santo en su advocación de los Dolores; y en la noche del Viernes Santo en su advocación de Soledad.
Las fechas en que esta Corporación celebra la fiesta de cada una de sus Sagradas Titulares quedan establecidas según el siguiente calendario:
El Viernes de Dolores, tras la celebración de la Eucaristía, nuestra Sagrada Titulas es trasladada en procesión claustral a su trono de procesión penitencial del Jueves Santo.
Durante el recorrido, bajo la dirección del Director Espiritual de la Cofradía y la colaboración del coro preparado para tal efecto, se rezan y cantan los Siete Dolores de la Virgen. El cargo de mayordomo de trono es desempeñado por antiguos Hermanos Mayores de la Hermandad u otro hermano idóneo, que el actual Hermano Mayor designe.
Nuestras Sagradas Titulares se encuentran en la Parroquia de la Encarnación.
Situada en la Plaza Baja, hoy denominada “de la Despedía”, es un símbolo para el pueblo junto con el castillo árabe. De planta basilical, consta de tres naves, separadas por gruesas columnas toscanas, hechas a base de grandes sillares, sobre las cuales se alzan arcos de medio punto en cuyas enjutas se representan las pinturas de los Apóstoles. La armadura, cuya madera fue adquirida en Flandes, es rectangular de lima bordón hacia los pies, de par y nudillo, con tirantes de lazo, crucetas y estrellas en el centro y extremo de ellas. Numerosos altares decoran las naves laterales, mientras que en la nave central discurren frescos de los Apóstoles que nos conducen al Altar Mayor, lugar en el que admiramos un magnífico retablo y pinturas de los evangelistas.
Es una de las iglesias más grandes de la Diócesis de Málaga, después de la Catedral. Desde el momento de la reconquista, la Parroquia estuvo ubicada sobre lo que fue la mezquita del castillo, donde aún se conserva parte del edificio gótico mandado construir por los Reyes Católicos (capilla de las Torres). A medida que el pueblo fue creciendo, se vio la conveniencia de emprender la construcción de un nuevo templo parroquial más amplio y acorde con la importancia y población de la nueva Álora. Se acordó entonces su edificación en la que hoy es la Plaza Baja. Su construcción duró casi todo el siglo XVII, entre 1.600 y 1.699, mientras que su ornamentación, con pinturas, retablos y yeserías, es del siglo XVIII.
CORPUS CHRISTI | La Solemnidad del Corpus Christi es un día grande para la Cofradía Sacramental de los Dolores. La devoción hacia la Virgen, primer sagrario de la cristiandad, hace que nuestro altar efímero esté centrado de nuevo en su imagen. Concretamente en la advocación de María Santísima del Amor. Advocación que refleja el firme
