Esta fecha ha quedado grabada en la mente de los hermanos de la Cofradía y en la historia de Álora como una de las más importantes de las ocurridas en la larga vida de la Hermandad.
En este importante y deseado día fue Coronada Canónicamente la Sagrada Titular de la Real, Sacramental e Ilustre Hermandad y Cofradía de Nazarenos de María Santísima de los Dolores y Soledad.
Pero todo gran evento como el que nos ocupa, requiere una gran preparación. Desde el mismo instante de conocer la gratísima noticia de la concesión de la Coronación, la Junta de Gobierno puso manos a la obra para conmemorar el gran honor otorgado a la Cofradía por parte del Obispado creándose una Comisión que aglutinaría y organizaría todos los actos a celebrar. Se confeccionó un programa de actos, en los que juntamente con la Parroquia y el Ayuntamiento de Álora, contribuyera a que el honor concedido estuviera presidido por la máxima grandeza y esplendor.
El comienzo de dichos actos fue una exposición de enseres de la Cofradía en la Casa de la Cultura, que se celebró del 14 al 31 de Octubre; casi todo lo conseguido en los ciento cincuenta años de vida de la Cofradía fueron expuestos y visitados no solamente por cofrades, sino por muchas personas que elogiaban y quedaban gratamente sorprendidos de las curiosidades y esplendor de lo expuesto. Sayas de la Virgen, algunas de incalculable valor sentimental, pañuelos antiquísimos, rosarios, y en especial una mano de la antigua imagen de la Virgen, que ha sido la única pieza que se pudo rescatar de su destrucción. Mantillas y tocas de la Virgen, todas ofrecidas por hermanos y simpatizantes de la Cofradía, y el rico patrimonio adquirido a través del tiempo como trono, palio, guión, cruz guía, corona, que como queda dicho, fueron la admiración de todos los visitantes.
Durante los días de la exposición y también en la Casa de la Cultura se celebraron dos conferencias. La primera a cargo de Don Alfonso Crespo Hidalgo, y la segunda de Don Luís Merino Bayona. Don Alfonso, Vicario General de la Diócesis, en una brillante actuación, nos inculcó a todos los asistentes la importancia y relevancia que otorga la Iglesia a la Coronación Canónica de una imagen. Don Luís Merino, prestigioso abogado malagueño, ex-presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga, Hermano Mayor de la Cofradía de la Expiración, y cofrade de toda la vida, expuso la importancia de las Cofradías y Hermandades y el orgullo que supone pertenecer a ellas, destacando la enorme labor del hombre de trono. Para concluir se celebró una mesa redonda y coloquio con la intervención de los tres últimos Hermanos Mayores de la Cofradía, D. Diego Consiglieri Mamely, D. José Díaz Borrego y D. Diego Trujillo Mamely, moderado por D. José Morales García, en la que la participación del público tuvo una gran importancia en el desarrollo de la misma.
El sábado 4 de noviembre, después del magnífico concierto ofrecido por la Banda de Música Municipal de Álora, dirigida por el maestro D. José Aguilar Lima, tuvo lugar en la Parroquia, el pregón de la Coronación, proclamado por D. Antonio Ruiz Pérez, Delegado Episcopal de Hermandades y Cofradías. D. Antonio, que como sabemos es de Álora y declarado “Doloroso”, nos ofreció un brillante pregón que fue muy aplaudido y del agrado de los numerosos asistentes.
Durante estos días recibió la Cofradía la grata noticia de la aceptación por parte de S.M. La Reina Doña Sofía, el Madrinazgo de Honor de la Coronación Canónica de la Santísima Virgen de los Dolores, gesto que colmó de satisfacción a todos y demostrando una vez más la Casa Real la antigua relación con la Cofradía.
Los días 16, 17 y 18 de Noviembre y siguiendo las directrices marcadas por nuestro Obispado, celebráramos en la Parroquia un Triduo preparatorio de la Coronación, que se desarrolló con buena asistencia de fieles.
Y llegado el día 25, desde primeras hora de la mañana, en nuestras calles se notaba y se intuía que iba a ser un gran día para la historia de la Cofradía y de Álora. Sones legionarios llenaron la mañana anunciando la llegada de las tropas, pertenecientes al Tercio Alejandro Farnesio IV de la Legión, que al mando de su Coronel-Jefe D. Vicente Díaz de Villegas y Herrerías recibía el homenaje y el cariño de nuestro pueblo, entregándole nuestro alcalde, D. Salvador García Cobos, las llaves de Álora como muestra de unión entre Legión, Pueblo y Hermandad.
En el transcurso de la mañana recibió también nuestra Virgen el amor de todo el pueblo de Álora, representado en la Medalla de Oro de la Ciudad que nuestro Alcalde le impuso, cumpliendo así el acuerdo de la Corporación Municipal de su concesión.
Y como colofón a todo este intenso día, con nuestra iglesia completamente abarrotada de fieles y en una solemne Eucaristía presidida por el Señor Obispo de la Diócesis D. Antonio Dorado Soto, concelebrada con nuestro Párroco, Vicario Parroquial, junto a numerosos Sacerdotes de Álora y a muchos que pasaron por esta Parroquia, fue Coronada Canónicamente nuestra Virgen de los Dolores cumpliéndose así un gran anhelo de la Cofradía, y culminando de esta brillante manera largos años de trabajo y constancia, que por fin se ven colmados con la contemplación en la sien de la Virgen de la Corona que simboliza el amor de todo un pueblo y el esfuerzo de tantos que han contribuido a que este momento se haya podido vivir.
Cuando el señor Obispo acompañado por D. Cristóbal Morales Hidalgo, Hermano Mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de las Torres, padrino de la Coronación, imponía la Corona a la Santísima Virgen, el aleluya de Haendel, interpretado por la Coral de María Santísima de la Victoria resonaba en las naves de nuestro templo, viviéndose un momento de intensa emoción que no olvidarán nunca los asistentes y que quedarán grabados para siempre en la historia de la Cofradía y de Álora.
Y para cerrar tan brillante día, la Virgen de los Dolores Coronada, cual si de un Jueves Santo se tratara, fue paseada por nuestras calles entre el entusiasmo, amor y admiración de sus cofrades y de todo un pueblo rendido a su Reina y Señora.
Quisiera agradecer a todas aquellas instituciones y personas que han contribuido a que todos estos actos se hayan podido celebrar con la brillantez que se merecían, sin olvidar aquellos que han obsequiado a la Cofradía con regalos a la Santísima Virgen con motivo de su Coronación Canónica.
ANTONIO DORADO SOTO.
Por la Gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de Málaga.
La Santa Madre Iglesia no ha dudado en afirmar repetidamente la legitimidad del culto tributado a las imágenes de Cristo, de su Madre y de los santos, y con frecuencia ha orientado a los fieles sobre el significado de este culto.
La veneración de las imágenes de Santa María Virgen, frecuentemente se manifiesta adornando su cabeza con una corona real. La costumbre de representar a Santa María Virgen ceñida con corona regia data ya de los tiempos del Concilio de Efeso (431), y fue propagada en Occidente por los fieles, religiosos o laicos, sobre todo desde finales del siglo XVI. Los Romanos Pontífices no sólo secundaron este forma de piedad popular, sino que, además, personalmente o por medio de obispos por ellos delegados, coronaron imágenes de la Virgen Madre de Dios ya insignes por la veneración pública. Y, al generalizarse esta costumbre, se fue organizando el rito para la coronación de las imágenes de Santa María Virgen incorporado a la Liturgia Romana en el siglo XIX.
Con este rito reafirma la Iglesia que “Santa María Virgen con razón es tenida e invocada como reina, ya que es Madre del Hijo de Dios. Rey del Universo, colaboradora augusta del Redentor, discípula perfecta de Cristo y miembro supereminente de la Iglesia”, (Sagrada Congregación para los Sacramentos y el culto divino, Ritual de la coronación de una imagen de Santa María Virgen [14-11-83]. Prenotandos).
Corresponde al Obispo de la Diócesis, consultados los organismos diocesanos y locales pertinentes, juzgar sobre la oportunidad de coronar una imagen de la Santísima Virgen, teniendo en cuenta la devoción popular que suscita y el cultivo del genuino culto litúrgico y el apostolado cristiano. Por ello, estudiada la solicitud y el dossier que se adjuntaba por parte de la Junta de Gobierno de la REAL, SACRAMENTAL E ILUSTRE HERMANDAD Y COFRADÍA DE NAZARENOS DE MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES Y SOLEDAD, con sede canónica en la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación de Álora (Málaga), estimamos que se reúnen los requisitos expuestos en los CRITERIOS PARA LA CORONACIÓN CANÓNICA DE IMÁGENES, aprobados por nuestro Consejo Episcopal (11-X-99).
A lo largo de la preparación y celebración del Gran Jubileo, siguiendo las indicaciones del Santo Padre y del Proyecto Pastoral Diocesano, hemos contemplado a la Virgen María íntimamente unida al Misterio de su Hijo. Estimamos que es éste un momento de gracia especial que deber ser aprovechado en beneficio del pueblo de Dios, especialmente de los numerosos devotos de María Santísima de los Dolores y Soledad, que ha suscitado tantas plegarias y oraciones entre nuestro pueblo más sencillo, que ha sabido descubrir a través del dolor de la Madre el acto redentor y salvífico de su Hijo. Por ello, cumplidos todos los trámites canónico – litúrgicos y de conformidad con cuanto se señala en el Ritual para la Coronación de una Imagen de la Santísima Virgen María, con gozo y alegría DISPONEMOS:
Que la sagrada imagen de María Santísima de los Dolores y Soledad, que se venera en el pueblo de Álora, sea coronada Canónicamente para mayor gloria de Dios Uno y Trino, de la Santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre Nuestra, para bien de la Santa Iglesia y de todo el pueblo de Dios.
“Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador” (Lc 1, 47). Estas palabras de la Santísima Virgen María inspiran nuestro canto de alabanza en este Año Jubilar, Año de Gracia, que proclama a “Jesucristo ayer, hoy y siempre” como Salvador y Redentor del mundo.
Dado en Málaga, a seis de Noviembre del año dos mil. Año Jubilar.
Por mandato del Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo
El Secretario General – Canciller.
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