La Diócesis de Málaga publica la normativa que regirá la celebración del culto público en los templos católicos de Málaga durante las fases de normalización en tiempo de pandemia.
Dada la grave responsabilidad que supone, para todos, prevenir el contagio del coronavirus, se establece la siguiente normativa, aconsejando máxima prudencia en su aplicación y teniendo en cuenta lo que la autoridad sanitaria disponga en cada momento. Cualquier modificación será comunicada por la Secretaría General, tal y como se indicó en el decreto del 12 de marzo de 2020.
1.- Fases de aplicación
Fase 0 (hasta el día 10 de mayo): Mantenemos la situación actual. Culto sin pueblo. Atención religiosa personalizada poniendo atención especial a los que han perdido a seres queridos. Preparamos en nuestra diócesis las fases siguientes.
Fase 1 (del 11 al 25 de mayo): Se permite la asistencia grupal, pero no masiva, a los templos sin superar el tercio del aforo, con eucaristías dominicales y diarias.
Fase 2 (del 26 de mayo al 9 de junio): Restablecimiento de los servicios ordinarios y grupales de la acción pastoral con los criterios organizativos y sanitarios –50% del aforo, higiene, distancia–y medidas que se refieren a continuación.
Fase 3 (del 10 al 24 de junio): Vida pastoral ordinaria que tenga en cuenta las medidas necesarias hasta que haya una solución médica a la enfermedad.
2.- Disposiciones de carácter general
Ante esta circunstancia, prorrogamos la dispensa del precepto dominical, invitando a la lectura de la Palabra de Dios y a la oración en las casas, pudiendo beneficiarse de la retransmisión a través de los medios de comunicación para quien no pueda acudir al templo. También, se invita a las personas mayores, enfermas o en situación de riesgo, a valorar la conveniencia de no salir de sus domicilios.
Asimismo, se invita a los sacerdotes enfermos o en situación de riesgo, a celebrar la Eucaristía sin fieles, o en su domicilio, si ha de desplazarse y salir a la calle para acudir al templo.
Se establece el aforo máximo de los templos (1/3 en la primera fase y 1/2 en la segunda) y respetar la distancia de seguridad.
Se recomienda que los fieles hagan uso de mascarilla con carácter general.
Las pilas de agua bendita continuarán vacías.
Las puertas de las iglesias se mantendrán abiertas a la entrada y salida de las celebraciones para no tener que tocar manillas o pomos.