…más sobre Navas Parejo.
Ya en otras ocasiones hemos tratado asuntos importantes sobre nuestro escultor local, ya que contamos en nuestra cofradía con suficientes motivos para escribir sobre el mismo. Hemos comentado desde la restauración de la Imagen de Nuestra Sagrada Titular, hasta su trono y su retablo. Y lo hemos hecho de una forma fidedigna, ya que hemos contado con la necesaria documentación tanto escrita como en dibujos.
Entre la documentación aportada en un anterior artículo, figuraba una carta en la que el escultor escribía a nuestro Hermano Mayor entonces, Don Francisco Bueno, y se dirigía a él con el cariñoso saludo de «querido amigo Don Francisco». El buen trato entre las personas, a veces, genera la amistad entre las mismas. En este caso, así resultó, atendiendo no solo al mencionado saludo, sino al hecho que relatamos a continuación.
Conocemos de él muchísimas obras, sobre todo de imaginería, debido a las existentes en tantos pueblos de nuestro entorno como en la capital de la provincia. La misma talla de la Virgen de la Cabeza de Andújar se debe al trabajo de sus manos. En esta ocasión vamos a dedicar este artículo a una obra, podíamos decir diferente, porque no ha sido hecha para procesionarla ni para exponerla a la devoción en un altar de una iglesia, sino que fue dedicada a una persona en concreto. Esta imagen a la que nos referimos es una talla de unos treinta centímetros de altura de San Francisco de Paula.