Procesión Magna Mariana Córdoba – Regina Mater -.
Día

La verdad es que resultó un acto magnífico. Cada Hermandad o Cofradía había puesto todo de su parte para que el resultado fuera el que fue. Las de Córdoba lo tenían más fácil al contar todo a la mano, pero las de los pueblos, una vez que tenían ocasión de pasear a sus Vírgenes por la capital de la provincia, no habían escatimado en nada. Los tronos y pasos en los que predominaba la orfebrería, como corresponde a esta parte de España, iban preciosos. Las flores, las sayas y mantos en su mayoría antiquísimos y las Imágenes adornadas con preciosa platería.

No debemos olvidarnos del cortejo que acompañaba a cada una de las Vírgenes, que a pesar del calor que en ese día hacía en Córdoba, cada cual iba con sus mejores galas, siendo dignos de mencionar los hombres, que cumplían reglamentariamente, mostrando un buen ejemplo de cómo se va en una procesión a pesar de los más de cuarenta grados a la sombra.

Muchos sacerdotes correctamente vestidos, e incluso revestidos y con bonetes como puede verse en algunas de las fotografías. Llamaba la atención las velas torcidas a causa de las altas temperaturas.

Una vez pasada la carrera oficial, cada hermandad entraba en la Mezquita-Catedral para volver a salir ya bien entrada la madrugada y volver a llenar prácticamente todo el centro histórico en dirección cada una a su templo.

Solo recordar que Córdoba se está llevando la palma en lo que se refiere a procesiones magnas en los últimos tiempos. La primera fue un Vía Crucis Magno con motivo del año de la fe, una Magna de Hermandades del Rocío, con el mismo motivo y ésta de ahora con el motivo especialísimo de celebrar tantos siglos de culto de su Mezquita Catedral.

Ver galería fotográfica.

 Escrito por D. José Díaz Borrego.

 

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